viernes, noviembre 19, 2010

Consecuencias y efectos secundarios de la pastilla del día siguiente

La anticoncepción de emergencia debe contar con orientación médica. Si se hace de forma indebida, podría tener efectos a largo plazo.



La anticoncepción de emergencia debe utilizarse con moderación. Su uso frecuente no sólo puede disminuir la efectividad del método sino alterar los patrones de la ovulación −inhibirla o retrasarla−, lo que dificulta el cálculo de los días fértiles.

Debe ser prescrita por un médico, ya que el objetivo es saber por qué se recurre a ella. Lo ideal es hacerlo sólo una vez −máximo dos− y al mes siguiente comenzar a planificar. Si, por el contrario, se utiliza con intervalos menores a dos meses, los efectos no se hacen esperar en la mujer: según Juan Carlos Ramírez, ginecólogo de Profamilia, es posible que se lleguen a formar quistes en los ovarios (por ovulaciones que quedaron detenidas), haya retención de líquido, malestar en los senos, dolor de cabeza o alteración del periodo menstrual (deja de venir o llega muy seguido, hemorragias o ausencia de menstruación).

“No es lógico utilizarlo de forma frecuente, ya que debe entenderse como un método de planificación de emergencia. Si se usa sólo una vez, se desordena el comportamiento natural de los ovarios de forma temporal y al ciclo siguiente se ajusta nuevamente. Pero al hacerlo de forma continua, es posible que se alteren otras hormonas diferentes a las de la ovulación y haya, por ejemplo, ausencia de periodo menstrual, crecimiento inadecuado del endometrio o compromiso del sistema óseo”, señala Cecilia Hernández, ginecoobstetra especialista en medicina reproductiva.

Cómo actúa y efectos secundarios

Este tipo de anticoncepción actúa de la siguiente manera: altera la ovulación o los procesos posteriores a ésta; produce cambios en el moco cervical para evitar el ascenso de los espermatozoides (lo hace impenetrable) e impide la implantación del óvulo fecundado.

Sus efectos secundarios pueden ser náuseas, vómito, dolor de cabeza y congestión en los senos, que duran máximo 24 horas después de ingerir el medicamento. “También pueden haber alteraciones en el ciclo menstrual: a la mitad de las mujeres les llega el periodo en la fecha esperada; a un 23 por ciento se les puede adelantar cinco días y a un 27, atrasar por cinco días”, explica Juan Carlos Vargas, ginecólogo de Profamilia.

Si se toma cuando el endometrio está crecido, es posible que se presente un primer sangrado, que suele ser abundante, y luego uno posterior. Los cambios menstruales varían de acuerdo con el momento del ciclo en que se ingieran las píldoras, indica Vargas.

Efectividad

La anticoncepción de emergencia reduce en un 85 por ciento la posibilidad de un embarazo. “Creer que al tomarla no va a haber embarazo y hay protección por más tiempo es un error, pues sólo protege por 24 horas”, añade Vargas.

Se recomienda tomar estas píldoras lo más pronto posible a la relación sexual, dentro de las primeras 72 horas. Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) demostró, incluso, una efectividad hasta de 120 horas, aunque entre la hora 73 y la 120 se observó una duplicación de embarazos (2,6 por ciento) en comparación con las primeras 72 horas, cuyo porcentaje de
gestaciones fue del 1,64.


Métodos

Hay dos formas de anticoncepción de emergencia: la pauta de Yuzpe y la píldora del día después. La primera, que se remonta a los años 90, consiste en la toma de cuatro píldoras anticonceptivas cada 12 horas en dos dosis.

Sin embargo, debido a que no todas las pastillas traen la misma cantidad de progesterona y estrógenos es recomendable que visite al ginecólogo en caso de querer utilizar el método de Yuzpe, el cual puede producir efectos secundarios, como mareos, vómito y malestar general.

“Muchas tienen cajas anticonceptivas en casa y toman dos o cuatro píldoras cada 12 horas (método de Yuzpe), guiadas por la farmacia, para no recurrir a la del día después”, puntualiza Juan Carlos Ramírez.
La segunda forma –que es más efectiva–se basa en la ingesta de 2 pastas, 1 cada 12 horas o en una sola dosis, como lo recomendó la OMS.

Hasta hace 2 años, cuando sólo existía la marca que comercializaba Profamilia, se vendían, en promedio, 200 cajas diarias de la píldora del día después, tras su ingreso al mercado farmacéutico en el año 2001. Con la aparición de diferentes marcas comerciales, hoy se vende en muchas farmacias sin exigir fórmula médica.

El componente de ‘la píldora del día después’ es el levonorgestrel, un derivado sintético de la hormona progesterona, que la mujer produce después de la ovulación y mantiene el embarazo.

La píldora del día después está libre de contraindicaciones médicas, siempre y cuando no se tome de manera recurrente. Es un medicamento bien tolerado.

Ciclo menstrual

La hipófisis y el hipotálamo segregan hormonas que actúan sobre el ovario y estimulan el crecimiento de uno de sus folículos. Cuado éste madura, se rompe y libera el óvulo, mientras el ovario produce estrógenos que nutren el útero y hacen que su capa interna (endometrio) se vuelva un lecho frondoso, apto y listo para anidar el huevo fecundado.

También modifican la consistencia del moco cervical, el cual se vuelve transparente y receptivo a los espermatozoides. El cuello uterino, igualmente, se reblandece cuando está fértil.

El ciclo menstrual dura, en promedio, 28 días. La ovulación, que se produce a mediados de cada ciclo, dura 36 horas. Si el óvulo no es fecundando, se desintegra y reabsorbe. Si no hay fecundación, se produce el sangrado.

Cómo encontrar el Punto-G femenino



El punto G puede ser estimulado por los dedos del compañero (con un tipo de movimiento “ven aquí”), con un consolador o con el pene…. El punto de Gräfenberg (punto G) es una zona sensible que se percibe a través de la pared anterior o superior de la vagina. Los investigadores sexuales Dr. John Perry y Dra. Beverly Whipple la denominaron Punto G (G Spot) después que el médico alemán Dr. Ernst Gräfenberg la describiera en el año 1950.

Durante unas Jornadas de Sexología la Dra. Beverly Whipple entregó gentilmente un artículo donde refería que “el punto G puede sentirse a través de la vagina a mitad de camino entre la parte posterior del hueso púbico y el cuello del útero y se detecta como una pequeña protuberancia que se hincha mientras es estimulada. Al principio, cuando se lo toca muchas mujeres dicen que sienten como la necesidad de orinar, a pesar de que la vejiga esté vacía. Después de 2 a 10 segundos de estimulación la reacción inicial se reemplaza, en algunas mujeres, por una fuerte y distinta sensación de placer sexual. Hay mujeres que experimentan un orgasmo por la estimulación de esta zona y algunas expulsan un líquido proveniente de la uretra cuando experimentan este tipo de orgasmo. El fluido emitido tiene aspecto lechoso: no es semen ni orina, no tiene olor, sabor ni mancha.”

La Dra. Whipple agregaba allí que “las mujeres dicen tener dificultad en localizar y estimular el punto G por sí mismas (salvo que usen un consolador, un vibrador del punto G o aparato similar) pero no tienen dificultad en identificar la sensación erótica cuando esta área es estimulada por una pareja. El problema de tratar de localizar el punto de Gräfenberg por sí mismas es que se necesitan dedos muy largos o una vagina corta para alcanzar el área mientras yacen acostadas sobre la espalda.”

Continúa diciendo que “cuando se estimula el punto G y comienza a hincharse, por lo general, puede sentirse como un pequeño poroto (frijol) esponjoso y en algunas mujeres se hincha hasta alcanzar el tamaño de una moneda. Al experimentar con el punto de Gräfenberg necesitará aplicar una presión mayor que la que hace en el clítoris y puede sentir una sensación interna mayor que la que se siente con la estimulación del clítoris”.

“Después de que haya explorado su punto de Gräfenberg puede querer compartir la experiencia con un compañero. El punto G puede ser estimulado por los dedos del compañero (con un tipo de movimiento “ven aquí”), con un consolador o con el pene. La posición que más tiende a la estimulación con el pene es la de la mujer sentada sobre el varón. Muchas mujeres dicen experimentar múltiples orgasmos por este tipo de estimulación y algunas experimentan la emisión de fluido orgásmico. El orgasmo que resulta de este tipo de estimulación suele ser una sensación profunda interior.”

La sexóloga norteamericana agregaba que “al compartir esta información con ustedes, no quiero crear un nuevo objetivo para que alcancen las mujeres. Sin embargo, quiero que tomen conciencia de la variedad de experiencias orgásmicas de que dispone una mujer. En efecto, algunas mujeres han realmente experimentado su primer orgasmo al estimular el punto G. Quiero ayudar a aquellas mujeres que disfrutan de este tipo de estimulación y de los orgasmos con o sin eyaculación de fluido para que se sientan mejor de sí mismas y de lo que están experimentando. Muchas mujeres dicen sentirse “anormales” porque les gustó este tipo de estimulación o porque ellas expulsaron un fluido con la estimulación sexual. En efecto, algunas mujeres en el pasado aprendieron a retener el fluido y también aprendieron a contenerse y no tener orgasmos, para evitar la confusión de ser lo que ellas consideraban “anormal”.

Los secretos del orgasmo femenino



La sensación subjetiva de orgasmo está centrada -en la región pélvica- en el pene, en la próstata y en las vesículas seminales en los hombres y en el clítoris, en la vagina y el útero de las mujeres.

El orgasmo es una experiencia de corta duración, de no más de diez o doce segundos, con una intensidad difícil de explicar en palabras. Que las mujeres no tengan la facilidad de tener orgasmos que sí tienen los hombres, no tiene nada que ver con el tipo, la manera, o el modo de obtenerlos.

De hecho, la incapacidad de alcanzar el orgasmo durante el coito, a pesar de una respuesta plena ante otras formas de estimulación sexual, constituye la queja más común de las mujeres que buscan ayuda de los terapeutas sexuales.


Los orgasmos femeninos pueden ser obtenidos acariciando el clítoris o la zona aledaña a él. Para ello, debemos advertir que lo que conocemos por "clítoris", es apenas la parte visible y palpable de un órgano muy complejo y extenso, que hunde sus raíces cabalgando sobre la entrada del conducto vaginal, por detrás de los labios mayores y menores de la vulva.


No existe el orgasmo femenino sin la intervención del clítoris. Inclusive aquellas mujeres que dicen que sólo logran el orgasmo con la penetración, se sorprenderían si supieran que lo obtienen porque el pene roza la entrada de la vagina, y golpetea con el hueso pubiano y las bolsas testiculares la zona de la vulva.


Esto quiere decir que se excita el clítoris de muchas maneras, porque se encuentran en él los cuerpos cavernosos (igual que en el pene) que se llenan de sangre con la excitación y el roce.

Se trata de aquella región pequeña -que se toca como una pequeña fosita en el techo del conducto vaginal y en la entrada del mismo- conocida como "Punto G", que hace relieve cuando la mujer se encuentra excitada sexualmente.


Este punto se encuentra situado en la cara anterior de la vagina, a medio camino entre el hueso del pubis y el cuello uterino, a unos tres centímetros del exterior de la vagina.


Puede sorprender, pero los 2/3 superiores de la vagina carecen de terminaciones nerviosas. Por lo tanto, carece de sentido, hoy en día, hablar de distintos tipos de orgasmo.

Todos los orgasmos, directa o indirectamente, tienen intervención del clítoris.

Para estimular el punto "G", apoye el dedo suavemente y de una forma acompasada sobre el punto descrito, modificando el ritmo según el resultado obtenido.


Este tipo de caricia requiere de mucho tacto ya que el hombre puede acelerar o ralentizar, aumentar o reducir la presión y con ello hacer variar el grado de excitación de su pareja.

Se recomienda que para efectuar este tipo de caricias las manos estén completamente limpias, las uñas bien cortadas y limpias, y no estaría de más utilizar un poco de crema o aceite lubricante a fin de hacerlas más suaves si cabe.


Las sensaciones obtenidas serán de menor intensidad que las del orgasmo clitorideo, pero permitirán un orgasmo más rápido y mayor número de repeticiones, que pueden ser simultáneas con la estimulación del clítoris y otras zonas erógenas.

La estimulación del Punto G mediante la introducción del pene resulta difícil si no se ayuda con la estimulación manual, especialmente en aquellas mujeres que tengan la vagina distendida por los partos.

La variedad de la obtención del orgasmo femenino, la experimentación, la posibilidad de goce de diferentes maneras, proporciona una idea aproximada de la salud mental, no sólo sexual, de la mujer.

Y hoy, a comienzos del siglo XXI, la salud mental de una persona, es medida por la posibilidad de tener opciones.

miércoles, noviembre 17, 2010

Cómo encontrar el Punto G de una mujer y técnicas para enloquecerla

¿Sabía que las mujeres pueden tener muchos tipos diferentes de orgasmo? Es cierto. Por supuesto, no es una sorpresa que el “santo grial” de todos los orgasmos femeninos se consigan con el punto G. ¡Pero la parte difícil es encontrar y saber complacer su punto G! Aquí hay una guía de la A a la Z sobre todo lo que debe saber.



1. Cómo encontrar el punto G


Primero que nada, el punto G es de hecho una zona, más que un punto real. El punto G se localiza a unas dos pulgadas dentro de la vagina, en el lado superior. (Debajo de la cara interna de su estómago)

Se dará cuenta cuando lo encuentre, porque se siente como un bache acanalado, como el techo de su paladar, justo detrás de sus dientes frontales.

2. ¿Cómo debo estimularlo?

Si bien la mayoría de los hombres adorarían satisfacer a sus mujeres con la penetración, no siempre es la mejor idea. ¿Por qué?

Porque depende de factores como la posición, el nivel de excitación de ella, y la forma y tamaño del pene y de la vagina. Resumiendo: usar los dedos es una forma más fácil de alcanzar el orgasmo con mayores probabilidades de éxito.

3. Importante: Antes de estimular su punto G

En la mayoría de los casos, las mujeres necesitan que estimulen su clítoris antes de estimular su punto G. Pero una vez que esté completamente estimulado, el clítoris es frecuentemente demasiado sensible para el contacto directo. Pregúntele a su señora. De otra manera, el punto G podría sentirse seco e incómodo. Luego de este punto, puede avanzar hacia el punto G.

Primero que nada, el punto G es de hecho una zona, más que un punto real. El punto G se localiza a unas dos pulgadas dentro de la vagina, en el lado superior. (Debajo de la cara interna de su estómago)Se dará cuenta cuando lo encuentre, porque se siente como un bache acanalado, como el techo de su paladar, justo detrás de sus dientes frontales.Si bien la mayoría de los hombres adorarían satisfacer a sus mujeres con la penetración, no siempre es la mejor idea. ¿Por qué?Porque depende de factores como la posición, el nivel de excitación de ella, y la forma y tamaño del pene y de la vagina. Resumiendo: usar los dedos es una forma más fácil de alcanzar el orgasmo con mayores probabilidades de éxito.En la mayoría de los casos, las mujeres necesitan que estimulen su clítoris antes de estimular su punto G. Pero una vez que esté completamente estimulado, el clítoris es frecuentemente demasiado sensible para el contacto directo. Pregúntele a su señora. De otra manera, el punto G podría sentirse seco e incómodo. Luego de este punto, puede avanzar hacia el punto G.

4. Las mejores posiciones para estimular el punto G

Para estimular realmente su punto G, necesitará estar en una posición que le dé fácil acceso para hacer su magia. Aquí hay dos sugerencias: 1) Su señora se recuesta boca arriba mientras que usted se recuesta junto a ella, utilizando su brazo más fuerte. 2) Ella se sienta en la posición del perrito, mientras que usted se sienta y la complace por detrás. En realidad, si quiere más pasión y emoción, intente cambiar de una posición a la otra durante el transcurso de su estimulación. Ahora hablemos de cómo debería complacerla.

5. Cómo estimular su punto G con esta técnica

El movimiento que debe usar es el del gesto de “ven aquí”, utilizando sus dedos. Tenga en cuenta que el punto G es diferente de su clítoris, lo que significa, en la mayoría de los casos, que lo acariciará un poco más fuerte que el clítoris. Comience masajeándolo con suavidad y ábrase camino hasta un punto en que ella lo encuentre increíblemente satisfactorio.

6. Cómo notar si ella lo está disfrutando

Primero que nada, recuerde que la mejor sensación va a variar de mujer a mujer. Alterne entre dos movimientos o toques muy suaves para saber qué le gusta más a ella. Sabrá lo que le gusta por su respiración porque lo aprieta firmemente. Dicho todo eso, hay una manera de hacer esta experiencia aún MÁS placentera.

7. La pieza faltante de un orgasmo poderoso

¿Sabía que los juegos preliminares prolongados intensifican los orgasmos? Es verdad. Sin embargo, los hombres normalmente se enfocan tanto en “desempeñarse” que se olvidan de condimentar su vida sexual con cosas nuevas y excitantes. Enfrentémoslo: la mayoría de nosotros somos culpables de esto. Se quita la ropa. Allí va, y, en unos pocos segundos o minutos, acaba la rutina. Pero al desaparecer la magia en la habitación, se vuelve más y más difícil hacer que la mujer alcance el orgasmo. ¿Por qué? Porque las mujeres desean variedad en su experiencia sexual. La mejor manera de complacer a las mujeres a largo plazo es tener una mochila llena de ideas listas para ser utilizadas cuando se necesitan. No puedo enfatizar lo suficiente lo necesario que es mantener su vida sexual fresca y emocionante en todas sus formas. Ese es el secreto de una vida sexual satisfactoria.

Un video para repasar estos pasos

viernes, agosto 18, 2006

La importancia del tamaño del pene.

Empecemos estableciendo que el tamaño del pene es una preocupación que se da más frecuentemente en los varones que en las mujeres. Para los hombres el tamaño del pene puede tener importancia social , pues muchas bromas están ligadas a este tema. Esta claro que e l tamaño importa cuando le importa al individuo.

Las mujeres en cambio no dan importancia al tamaño del pene, pues, las mujeres responden mejor a estímulos auditivos que visuales. Las estadísticas demuestran que ellas primero miran los ojos, el dorso e inclusive las nalgas antes que el pene.

Funcionalmente, el pene cumple una labor de fecundación y para ello no es importante el tamaño que tenga mientras que pueda fecundar.

Sexualmente, hay que revisar un poco la anatomía femenina y qué partes requieren ser estimuladas para lograr el orgasmo y así comprender las razones por las cuales el tamaño del pene tiene menor importancia. Los puntos sensibles en una mujer son la vagina y el clítoris . La vagina está compuesta por tejidos musculares capaces de contraerse al ser estimulada. La vagina es capaz de presionar al pene o a un dedo , de esa manera la vagina se adapta al tamaño del miembro que se encuentra en ella. La parte exterior de la vagina contiene el mayor número de puntos sensibles y es muy sensible al tacto, para muchas mujeres esta zona es mucho más sensible que la parte interior de la vagina , que se encuentra cerca al cuello uterino , por lo tanto el tamaño del miembro viril no es importante.

El clítoris , es el punto más sensible en el cuerpo de una mujer, se encuentra en la parte superior de la vulva , donde los labios mayores se unen. Aunque pensamos que el clítoris es sólo del tamaño de una alverjita, la estructura de este se extiende hasta las paredes vaginales y puede llegar a medir varios centímetros. Aunque muchos hombres creen lo contrario, la mayoría de mujeres requieren estimulación directa al clítoris para poder llegar a un orgasmo. Teniendo en cuenta estos factores, podemos ver que cualquier tamaño de pene , sea este chico, mediano, o grande, utilizado correctamente , puede estimular perfectamente las zonas sensibles de la vagina . Al aplicar presión en la parte exterior de la vagina , se estimula las zonas sensibles de la vagina y conjuntamente el clítoris .

Cuando se trata del tamaño ideal del pene , mucho depende del gusto de la mujer. A algunas mujeres les puede gustar la penetración con un pene chico o grande, con ritmo lento, rápido, fuerte; suave o profunda, pero por lo general, lo importante es que los puntos claves sean estimulados para lograr un orgasmo.

Por último, sin dejar de lado la importancia de lo físico en una relación sexual, no es válido para la pareja, que toda la energía erótica sea concentrada en un área tan limitada. No es realmente el pene y la vagina los que hacen el amor, sino ambos protagonistas . El gozo sexual debe derivarse de todo el cuerpo y de todos los sentidos, con los mejores sentimientos y afecto.

Algunos datos

Estudios muestran que:

  • Un pene que es menor que 7,5 centímetros de largo estando flácido se incrementa en tamaño un promedio de 260% al ponerse erecto
  • En tanto que uno de más de 7,5 cm. de largo estando flácido sólo aumenta en tamaño un 165%. Lo que esto significa en la práctica es que la mayoría de los penes masculinos miden entre 13 y 15,5 cm. estando erectos.
  • El tamaño del pene varía de acuerdo a la raza:

Orientales 10 a 14 centímetros de largo y 3 cm. de diámetro.

Caucásicos 14 a 15,2 cm. de largo y 3,8 cm. de diámetro.

Negros 16 a 20 cm. de largo y 5 cm. de diámetro.

jueves, agosto 17, 2006

Anticonceptivos: Pastilla del día siguiente

¿Cómo funciona?

La pastilla del día siguiente es una dosis de hormonas que trabaja de dos maneras distintas, dependiendo del momento del ciclo en el cual se encuentre la mujer y cuánto tiempo haya transcurrido después de la relación sexual La primera forma como opera es evitando que ocurra la ovulación. Una vez que ya se tuvo la relación sexual, puede evitar que el óvulo sea expulsado y que no baje por las trompas de falopio, donde suele ocurrir la fecundación, evitando así que los esperamatozoides que se han quedado vivos dentro del cuerpo de la mujer, no encuentren óvulo que fecundar. A esta función se le llama anovulatoria, porque impide la ovulación.

La segunda forma como funciona es cuando el óvulo ya ha sido fecundado, es decir CUANDO YA HAY UN EMBARAZO, e impide que se implante o anide en las paredes de la matriz. Aquí existe ya un bebé, al cual se le está evitando que continúe su proceso de desarrollo al no permitirle que se implante, ocasionando un aborto.

Hay opiniones encontradas entre varios médicos especialistas, ginecólogos. Algunos afirman que no es abortiva, dado que se centran sólo en la función anovulatoria de la pastilla, desconociendo el segundo caso, o, también, porque no consideran al óvulo fecundado, antes de su implantación, como una nueva vida.

Muchas personas no aceptan que antes de que el óvulo fecundado se implante, ya hay una vida, porque es una manera de liberarse de la culpa de destruir un feto, un bebé. Desde el momento en el que el espermatozoide entra al óvulo inmediatamente sucede la división y reproducción de células, lo que significa que ya es un nuevo ser que se está desarrollando y que ya es un ser diferente a la madre.

Efectos secundarios

Algunos de los efectos que produce esta dosis de hormonas son dolor de cabeza, vómito, mareos, sensibilidad en los senos, fatiga, retención de líquidos, sangrado como si fuese menstruación. Este sangrado puede deberse a la caída de las paredes del útero o matriz, o al aborto mismo. Además, severo dolor abdominal, en el pecho, dificultad para respirar, visión borrosa, dolores fuertes en las piernas.

Una mujer que utiliza esta pastilla regularmente puede llegar a experimentar complicaciones fatales como obstrucción de venas y arterias, ataques al corazón, paros cardíacos, disfunciones en el hígado, y alta presión arterial.

Así que, ahora que sabes las consecuencias y la verdad sobre la pastilla del día siguiente, es importante que seas muy conciente si quieres arriesgarte. Acuérdate que parte de la decisión que tomaste al momento de tener relaciones sexuales iba acompañada con la posibilidad de traer una nueva vida a este mundo.

miércoles, agosto 16, 2006

Eyaculacion Precoz

Este tema, muchos varones lo padecen sin saber muchas cosas al respecto, a continuación un artículo sobre este tema:


¿Qué es?

El diccionario de la RAE, define eyacular como “Lanzar con rapidez y fuerza el contenido de un órgano, cavidad o depósito, en particular el semen del hombre o de los animales”[1] y precoz como “Proceso que aparece antes de lo habitual”[2].

Existen varias expresiones sinónimas de eyaculación precoz, tales como eyaculación prematura, eyaculación rápida, eyaculación inoportuna, falta de control de la eyaculación, y control eyaculatorio inadecuado o pobre.

Hasta antes de las investigaciones de Kinsey (1948), en occidente el hombre no se había preocupado por su tiempo de duración coital ni por la velocidad de su eyaculación. Con anterioridad a la década de los setenta, la eyaculación precoz era considerada como un subtipo de impotencia, la que era definida como “la imposibilidad de practicar normalmente el coito vaginal. Comprende trastornos de la erección y de la eyaculación”[3]. Mientras que para otros autores “la impotencia psíquica puede afectar... los actos preparatorios, la erección (que puede ser incompleta o estar ausente), la eyaculación (que puede ser retardada, selectiva o precoz) y los trastornos del orgasmo (que pueden ser totales o parciales).” [4]

Con posterioridad a los estudios de Masters y Johnson en los años sesenta y setenta, la eyaculación precoz es reconocida como un problema independiente de la impotencia, sin embargo, surge la dificultad de definirla con precisión.

A lo largo de la historia, se la definió acorde a diversos criterios, que apuntaban al tiempo de duración coital (30 segundos), al número de movimientos peneanos intravaginales, o al porcentaje de orgasmos alcanzado por su pareja.

Para algunos autores, la eyaculación precoz es aquella que se produce antes de la penetración, siendo eyaculado el semen fuera de la vagina. Es así como Kusnetzoff, hace una distinción entre eyaculación precoz y rápida. “La eyaculación puede suceder antes de la introducción vaginal (eyaculación precoz verdadera) o casi inmediatamente después de introducir (eyaculación rápida)”[5]. Sin embargo, para otros autores, se trataría de una eyaculación ultraprecoz.

Existe una línea teórica que entiende como precoz a aquella eyaculación que se produce fuera de la vagina o a los pocos instantes de la penetración. Gindin y Huguet establecen una diferencia entre lo que denominan eyaculación ante portas (“antes de la puerta”) o inter femora (“entre las piernas”) que “comprende los casos de eyaculación cuando se está por introducir el pene. El eyaculado se produce entre las piernas o nalgas de la pareja”[6], con la eyaculación precoz, donde lo más común es que la eyaculación y el orgasmo tengan lugar al poco tiempo después de la introducción del pene, en menos de veinte segundos y con no más de diez a quince movimientos. Sin embargo, lo esencial y característico es la imposibilidad de decidir el momento para eyacular o de tener control voluntario y no el tiempo o el número de movimientos.

Otra línea teórica [7], se centra en el tema del control del reflejo eyaculatorio por parte del hombre. Entre los principales autores que siguen esta línea, se encuentran:

Helen Kaplan, la cual afirma que un hombre con problemas en la fase orgásmica no tiene control sobre el orgasmo. “El aspecto crucial de la precocidad es más bien la ausencia de control voluntario sobre el reflejo eyaculador, independiente de si esto se da después de dos impulsos o cinco, de si ocurre antes de que la mujer alcance el orgasmo. Podemos decir, pues, que existe eyaculación precoz cuando el orgasmo se da de una manera refleja, esto es, cuando se halla fuera del control voluntario del individuo una vez alcanzado un intenso nivel de excitación sexual” [8].

Masters, Johnson y Kolodny siguen esta línea teórica cuando definen a la eyaculación precoz como una “eyaculación incontrolada durante los escarceos amorosos, o bien cuando el hombre intenta la penetración, o al poco de iniciado el acto sexual” [9].

Sin embargo, para otros autores, la esencia del diagnóstico, de la definición y de la calificación de precoz de la eyaculación, se encuentra en la opinión “subjetiva” de al menos uno de los miembros de la pareja:

Es así como para Alex Comfort, denomina precoz “a la eyaculación que se produce antes de lo que desean ambos componentes de la pareja”[10].

Una definición más completa de esta línea es la que da la American Psychiatric Association (APA) en el DSM-IV, donde se refiere a la eyaculación precoz diciendo que “la característica esencial de la eyaculación precoz consiste en la aparición de un orgasmo y eyaculación persistente o recurrente en respuesta a una estimulación sexual mínima antes, durante o poco tiempo después de la penetración y antes de que la persona lo desee”[11].

Masters, Johnson y Kolodny distinguen acorde a la intensidad del problema, a los casos más graves, donde la eyaculación sobreviene de modo invariable antes de la introducción del pene en la vagina; a los casos menos extremos donde la eyaculación se produce cuando se intenta la penetración o a los pocos segundos después de la misma; mientras que la forma más leve es aquella en la que los hombres consiguen contenerse hasta que ya están practicando el coito, pero pierden el control tras unos cuantos movimientos peneales intravaginales.

Los temas del control y de la subjetividad se pueden observar en la definición que dan Gindin y Huguet, al calificar a la eyaculación como precoz cuando “se presenta mucho antes de lo que el sujeto desea. Se define por la ausencia de su control voluntario.”[12].

Según Masters, Johnson y Kolodny, “tener una pauta prolongada de eyaculaciones claramente rápidas es el distintivo de la eyaculación precoz. Por este motivo, los hombres que tienen problemas para controlar la rapidez de sus eyaculaciones sólo en determinadas circunstancias no sufren realmente esta disfunción”[13].

No estoy totalmente de acuerdo con ninguna de las definiciones anteriormente mencionadas por considerarlas parciales. Respecto a las que se centran en el tiempo, coincido con Masters, Johnson y Kolodny, quienes afirman que considerar como criterio determinante de la eyaculación precoz el que ésta ocurra “poco después de la penetración es algo sometido a debate. Algunas parejas piensan que el coito supuestamente debe acabar en unos diez a veinte segundos y están perfectamente contentas con esa situación, mientras que otras parejas se sienten angustiadas o decepcionadas si el varón no es capaz de aguantar quince minutos de vigorosas acrobacias coitales”[14]. En relación al control voluntario absoluto, estos autores critican la parte que se refiere a que la eyaculación ocurre antes de que lo quiera la persona, ya que para ellos la eyaculación es “al fin y al cabo una reacción refleja que habitualmente no está sujeta a un estricto control de la voluntad, razón por la cual, a pesar de que muchos hombres desean tener un mayor poder de contención en sus relaciones sexuales, en este caso el deseo o voluntad no hacen mucho para definir si existe un problema”[15].

Consideraré para una adecuada definición de eyaculación precoz los tres aspectos esenciales de los postulados de la gran mayoría de los autores antes mencionados, pero de manera interrelacionada. Es decir, encontrándose involucrada una combinación de los aspectos relativos a la subjetividad de la pareja, al tiempo de duración del coito intravaginal y al control, pero éste último respecto del grado de excitación y no del reflejo eyaculatorio en sí.

De acuerdo a lo anterior, consideraremos como precoz a aquella eyaculación anterior a la penetración o en lo que la pareja considere un breve tiempo después de ésta, en donde el hombre no posee un control de voluntario del nivel de excitación previo al momento de inevitabildad del reflejo eyaculatorio y que al menos uno de los miembros lo experimente como un problema.

Tipos

La eyaculación precoz puede ser clasificada desde dos criterios, uno de índole temporal (primaria o secundaria) y otro descriptivo (transitoria o permanente, ocasional, situacional, esporádica, selectiva, etc.).

¿Cuántos son?

“A pesar de que no hay estadísticas exactas sobre la frecuencia de este problema, existe consenso en considerarla como la más común de las disfunciones sexuales masculinas”[16].

Las investigaciones respecto a la prevalencia de esta disfunción han dado diversos resultados según la definición de base utilizada y al tipo de muestreo. Es así como los porcentajes varían indicando, los extremos, que entre un 15 y un 75%[17] de los hombres padecen de eyaculación precoz.

Sin embargo, la gran mayoría de los estudios [18] estiman que los problemas de eyaculación precoz se encuentran presentes entre el 35% y 40% de los hombres, aunque los más actuales [19] dan cifras del orden de entre un 15 y un 20%.

¿Quiénes son?

Las investigaciones de Kaplan así como las de Masters y Johnson, y el informe Hunt no encontraron diferencias relevantes en las duraciones medias de los coitos de los diversos niveles educacionales y ocupacionales, mientras que las diferencias debidas a otros factores demográficos y socioeconómicos eran estadísticamente insignificantes. Mientras que, de acuerdo con Gindin y Huguet (1993), para el CETIS, la eyaculación precoz afecta más a los jóvenes, y se presenta en orden decreciente en las siguientes actividades: estudiantes, profesionales, ejecutivos, empleados y obreros, y, finalmente, trabajadores del ámbito de la computación.

¿Cómo son?

Roberto Rosenzvaig clasifica a los eyaculadores precoces, de acuerdo a su grado de consciencia del problema, en tres grupos:

1. Integrado por los egosintónicos, que son aquellos que se consideran a sí mismos como sujetos "normales" y no poseen ningún tipo de conflicto ni con su estilo, ni con su desempeño sexual. “Para ellos, la mujer equivale a un objeto sexual más o menos pasivo con el cual se satisfacen rápidamente, dando por terminada la relación con la eyaculación. Correlativamente a esta actitud machista, existe un tipo de mujer que acepta jugar ese papel dependiente y completa la escena sin fisuras. Suele fingir el orgasmo o simplemente acepta ser un mero receptáculo que participa de la relación genital sin mayor placer”.[20]

2. Integrado por hombres que están conscientes de su incapacidad de control y la explican como una reacción personal insatisfactoria pero inevitable. Es muy probable que los hombres de este grupo desarrollen actividades sexuales compensatorias tales como mayor estimulación oral o manual a su pareja antes y después del coito, o coitos repetidos.

3. Integrado por los egodistónicos que “detectan adecuadamente el síntoma y lo consideran un problema, asimilándolo como un elemento perturbador de las relaciones de pareja”.[21]

¿Cómo puede ser explicada?

Según la teoría psicoanalítica, la eyaculación precoz puede ser considerada como un síntoma con inscripción en el inconsciente y “se trataría de hostilidad sádica hacia las mujeres, representantes, en última instancia, de la madre. El intento inconsciente del eyaculador precoz, según esta construcción teórica, es degradar a la mujer y negarle placer”[22]. De esa manera, el síntoma le permite cumplir su objetivo y mantener inconsciente el conflicto. Dentro de esta postura, otros hablan, asimismo, de rebelión contra una madre controladora.

De acuerdo con autores de la teoría sistémica, la eyaculación precoz sería una transacción entre los distintos sistemas de la pareja, encontrándose al servicio de las luchas de poder entre los miembros de la pareja. Para otros autores de esta corriente, sería una expresión metafórica de otros conflictos de los cónyuges; consideran a la eyaculación precoz como un síntoma sexual de un padecimiento más profundo, que les resulta inexpresable o sumamente doloroso de enfrentar.

Para Ana María Cirio, en la eyaculación precoz hay un círculo vicioso que determina una respuesta fría por parte de la mujer, y que, al mismo tiempo, dicha respuesta de ella facilita la manifestación de la eyaculación precoz. Es así como la compañera, afectada por este problema, interviene provocando o manteniendo el síntoma. “Es frecuente el enojo de las mujeres frente a la rapidez de la eyaculación, pues la consideran desconsideración y egoísmo. En la pareja se establece un círculo de culpa y enojo que dista mucho del disfrute de la relación sexual... Este concepto nos lleva a considerar a la eyaculación precoz (como a otros problemas sexuales) un síntoma de una pareja sometida a tensión por problemas personales, de pareja, familiares, sociales o culturales... Como terapeutas sistémicos hacemos hincapié en la interacción de la pareja respecto de las pautas disfuncionales que se repiten en la relación, y que juegan un importante papel en el mantenimiento del problema sexual”[23].

Algunas líneas teóricas de la terapia de pareja sostienen que la eyaculación precoz es el producto de agresiones inconscientes y de luchas por el poder de la pareja, y se sostiene por la persistencia de situaciones conflictivas. El no manejo del sistema agresión-peleas determina que el síntoma subsista y no se modifique. Gindin y Huguet (1993), no se muestran de acuerdo, pues creen que estos esquemas terapéuticos olvidan que la eyaculación precoz es un problema que el sujeto tiene o tuvo con todas las mujeres que lo acompañaron sexualmente.

De acuerdo con las llamadas teorías del sentido común, la eyaculación prematura se debería a una excesiva sensibilidad de percepciones eróticas, aunque para la mayoría de los autores, esta afirmación es absolutamente falsa.

Causas

Hasta la fecha, no hay certeza respecto de la o las causas de la eyaculación precoz. Sin embargo, es posible afirmar que “el 99% de las eyaculaciones precoces son puramente psicógenas.”[24] Siendo muy escasos los casos de eyaculadores precoces en los cuales el origen de su problema es somático.

Acorde con lo anterior, podemos mencionar como las causas orgánicas más comunes a las afecciones urogenitales de la uretra posterior y de la próstata, alteraciones de tipo neurológico, trastornos degenerativos, alteraciones vasculares, fármacos (antidepresivos, antihipertensivos, estimulantes), desequilibrios hormonales y enfermedades que alteran los mecanismos reflejos de la eyaculación.

Siendo las más frecuentes las causas psicológicas, la causa inmediata siempre presente en la eyaculación precoz es un déficit perceptivo de las sensaciones sexuales. Otras causas mencionadas comúnmente pueden ser: mensajes antisexuales en la infancia, falta de información sexual, presión por parte de la pareja, ambiente familiar problemático, ansiedad, estrés, miedo al fracaso, dificultad en controlar los estímulos.

Para Gindin y Huguet, “las causas reales de la eyaculación precoz son básicamente dos: ansiedad y mal aprendizaje. Ambas interactúan y se refuerzan mutuamente”[25]. A su vez, Masters, Johnson y Kolodny concuerdan con dicha afirmación, sugiriendo que los elementos más importantes en el desarrollo de la eyaculación prematura son "(1) experiencias sexuales tempranas que condicionaron una respuesta rápida, o (2) ansiedad que se ve activada por situaciones de naturaleza sexual”[26].

Estos últimos autores, sostienen que dado que la primera experiencia eyaculatoria para la mayoría de los hombres fue resultado de la masturbación o de las poluciones nocturnas, no les dio ninguna razón para retardar el ritmo de sus primeros encuentros sexuales para acomodarse a su pareja. Esta suerte de condicionamiento de eyaculaciones rápidas continúa en muchos casos durante la adolescencia o en los primeros encuentros sexuales con compañeros, en los cuales el juego sexual no coital daba también gran importancia a la eyaculación veloz, y lo mismo ocurre en las primeras experiencias coitales que tienden a repetir ese esquema: “muchos adolescentes intentan por primera vez la penetración en circunstancias apresuradas (por ejemplo, en el asiento trasero de un coche), donde tienen miedo de ser descubiertos y donde la ansiedad, la culpa y la expectación se combinan para hacer que la eyaculación rápida sea algo muy corriente”[27]. Es así como Masters, Johnson y Kolodny concluyen que, al parecer, un condicionamiento temprano de este tipo es una de las formas principales en que evoluciona un esquema de eyaculación precoz de toda una vida.

El papel de la ansiedad también puede ser importante en la eyaculación precoz. Joseph Wolpe estableció que la ansiedad ocasiona cambios de tipo eléctrico y químico en el sistema nervioso, que acelerarían el reflejo eyaculatorio. Al mismo tiempo, la ansiedad de actuación o por el desempeño, se combina con los esfuerzos tendientes a contener la sensación de urgencia eyaculatoria, los cuales por lo general terminan siendo vanos, puesto que en realidad la ansiedad agrava la pérdida de control.

Un círculo vicioso puede apreciarse en ciertos casos de eyaculación precoz, donde las presiones de actuación y el temor anticipatorio al fracaso, no sólo se autorrefuerzan y aumentan en gravedad, sino que con frecuencia evolucionan hasta llegar a una impotencia secundaria. También puede ocurrir que al utilizar inútiles técnicas[28] para distraerse, de manera de intentar retardar la eyaculación, se exponen o a perder el control sobre las sensaciones previas al reflejo eyaculatorio o a frenar el apremio de la eyaculación y perder la erección. “Este patrón de ansiedad por la ejecución conduce a un espiral de miedo al fracaso, y fracaso, y mayor ansiedad por la ejecución y fracaso permanente de la erección.”[29]

Es así como de acuerdo con varios autores, la principal causa de la rápida respuesta eyaculatoria se debe a la manera en la que se desarrolla la primera relación sexual del hombre, ya sea por ansiedad, incomodidad, falta de experiencia, desconocimiento o miedo. El hecho de no cumplir en la primera relación con las expectativas sociales y las suyas propias, genera ansiedad por el desempeño en ocasiones futuras. Situación que le hace olvidar, en la mayoría de los casos, que se trata de un tema en donde el ensayo, el error y el acierto son requisitos indispensables y para el cual no ha tenido experiencias y aprendizajes previos.

Para Gindin y Huguet, el varón trata de “manejar la ansiedad que le despierta la sexualidad levantando defensas contra la percepción de las sensaciones eróticas intensas que preceden al orgasmo”[30]. No percibiéndose las señales que anuncian la eyaculación y produciéndose una descarga involuntaria. El origen de esta inhibición de la percepción de la inevitabilidad de la eyaculación, también puede estar en la falta o el exceso de preocupación por el goce de la mujer.

Según estos mismos autores, la primera relación sexual representa una experiencia crucial para el hombre, donde la penetración desencadenaría un programa gestual instintivo que, seguido de 10 a 15 movimientos rápidos, llevan a la eyaculación. Concluyen que cuanto más rápida sea esta primera experiencia, mayor es la posibilidad de que este síntoma permanezca estable en la vida del sujeto.

Asimismo, afirman que la gran frecuencia de observaciones de eyaculación precoz, particularmente en hombres jóvenes, evidencia la aparición de una fase crítica de aprendizaje en el varón: “más del 80% de los consultantes estudiados por nosotros -sean eyaculadores precoces o no lo sean- refieren que el primer coito fue con eyaculación precoz, con menos de 15 movimientos coitales. Pareciera que hay una marca genética que permite esta posibilidad, después modificable con el tiempo y el aprendizaje del sujeto”[31].

Para Semans lo esencial de la eyaculación precoz es la presencia de un mecanismo reflejo demasiado rápido. Es así que, para tratar esta disfunción, su objetivo principal consiste en prolongar el mecanismo reflejo neuromuscular de la eyaculación.

Para Helen Kaplan la eyaculación precoz es la consecuencia de un mal aprendizaje de los hombres que presentan este trastorno, ya que “no prestan atención a sus emociones sexuales, porque se distraen con la duda sobre su capacidad, con una preocupación excesiva por su compañera, o porque sienten ansiedad cuando el placer de la excitación sexual es demasiado intenso”.[32] “Estos hombres excesivamente excitados, ansiosos o culpables se concentran en sus sentimientos negativos y se desconectan de sus sensaciones eróticas. Evitan los períodos de excitación prolongada, y no llegan nunca a familiarizarse o a encontrarse a gusto, o a permitirse disfrutar verdaderamente de las sensaciones naturales de intenso placer erótico que aparece inmediatamente antes del clímax sexual.”[33] Por esto, ella señala que para aprender a controlar el reflejo eyaculatorio, es necesario aprender a concentrarse en las propias sensaciones al momento de un encuentro sexual.

Muchos eyaculadores precoces sienten culpa o vergüenza de su placer sexual producto de mensajes recibidos en la infancia que le indicaban que el sexo es ofensivo, pecaminoso y dañino. Estas creencias pueden acompañar a una persona a lo largo de su vida a pesar que intelectualmente esté consciente de que son erróneas o incluso cuando no es completamente inconsciente de estos sentimientos y creencias.

A pesar que la mayoría de los eyaculadores precoces lo son con todas sus parejas, existe un grupo que sólo pierde el control eyaculatorio con determinados tipos de pareja. Dentro de este grupo, están los que eyaculan rápidamente ante una mujer exigente o ante una mujer que estiman. Por otro lado están los que controlan la eyaculación frente a mujeres sexualmente pasivas, desconocidas o a las cuales consideran inferiores. Sólo unos pocos, con tendencias sádicas, tienen un control mejor y disfrutan más del sexo cuando hacen daño o dominan a su pareja.

Masters, Johnson y Kolodny afirman que “es muy corriente que un hombre que tiene poca o ninguna dificultad para mantener el control eyaculatorio con su pareja habitual eyacule a una velocidad casi vertiginosa con una nueva”[34]. Esto se debería a que la mayor excitación psicológica de estar con una persona nueva contribuye sin duda a una reacción precipitada, donde el aumento de la ansiedad de actuación suele desempeñar también un papel en este caso. Otro ejemplo similar se produce cuando un hombre intenta la penetración por primera vez después de no haber tenido actividad sexual ninguna durante un largo período de tiempo.

Una hipótesis interesante es la que plantea Segú, para él "los eyaculadores precoces utilizan fantasías tipo fotografía al masturbarse, y no realizan pausa. En cambio, las personas con un buen control eyaculatorio usan fantasía tipo película y realizan pausas durante la masturbación"[35]

Strassberg, Kelly, Carroll y Kircher, citados por Wincze y Carey[36], determinaron que mientras los eyaculadores precoces se masturbaban en 3 1/2 minutos y tenían una actividad coital intravaginal de menos de 2 minutos, los sujetos control se masturban en 9 y realizan un coito de 12 minutos.

¿Qué hacen?

El hecho de que la pareja reconozca la existencia del problema es un paso fundamental, pues esta situación muchas veces causa estragos en su relación. Los requerimientos, las dudas, la búsqueda de quién o qué tiene la culpa de los fracasos repetitivos es permanente.

Un hombre que presenta eyaculación precoz, por lo general no tendrá problemas con la erección, la cual muchas veces será extremadamente rápida; y sus preliminares serán cortos por temor a perder dicha erección, lo cual hace que la mujer no pueda alcanzar un estado elevado de excitación y, por tanto, que no pueda llegar al orgasmo a través de la penetración.

Producto del rol estereotipado sexual, muchas veces el hombre no querrá razonar y entender que la causa por la que su mujer no llega al orgasmo, es su propia ineficacia eyaculatoria. Es más, en muchos casos, el hombre no solamente no reconoce su cuota de responsabilidad en la insatisfacción de su pareja, sino que además le echa la culpa, diciéndole que ella “no es normal, está enferma”. En esta misma línea, algunos hasta llegan a convencer a sus mujeres de que el acto sexual fallido es por causa de ellas, ya que les dicen que deben tratarse, porque ellos funcionan perfectamente con otras mujeres.

A muchos de los hombres les cuesta asumir su responsabilidad en este problema. Por lo que no es de extrañar que algunos eyaculadores precoces lleguen a la consulta después de haber desarrollado complicaciones más importantes como consecuencia de la eyaculación precoz, tales como la aparición de problemas de tipo erectivo, o bien sus parejas hayan buscado su solución orgásmica en otras relaciones sexuales.

La esposa, pareja o compañera del hombre con eyaculación precoz puede tener problemas para la consecución de un orgasmo, y tras la eyaculación prematura del varón “queda con ganas” de que el acto sexual continúe. Algunos, tras eyacular, recurren a la estimulación digital u oral de la zona clitoridiana, como conducta compensatoria y tras la excusa de que su mujer es "demasiado lenta", pero la mayoría, escudándose en el mito de que la sexualidad debe ser espontánea y en antiguas concepciones psicológicas que consideraban como válido y maduro únicamente al orgasmo vaginal, no se preocupan de que su pareja tenga un orgasmo. Esta situación deja tensa a la mujer, nerviosa e irritable, especialmente hacia su marido, el cual es visto como "egoísta". En estas mujeres, es posible de observar, con el paso del tiempo, la aparición de una inhibición en el orgasmo y un deseo sexual inhibido.

Las mujeres se sienten usadas cuando un eyaculador precoz se les acerca, palpa sus senos y nalgas, apenas tiene una erección las penetra, eyacula casi inmediatamente, y se da vuelta a dormir. Por ello, algunas mujeres se sienten terriblemente dolidas, rechazadas y deprimidas por la falta de control eyaculatorio de su pareja.

Por su parte, el hombre también queda frustrado, con una sensación de fracaso, inseguro, con un sentimiento general de ineptitud y de culpabilidad, ansioso, y sintiendo su propio placer como limitado y demasiado breve. Especialmente si se trata de eyaculadores precoces "ad portas".

Con posterioridad desarrollan una anticipación al fracaso en coitos venideros, mostrándose a la defensiva, culpabilizándose en exceso y llegando a la evitación de las relaciones sexuales. De ese modo, empiezan a dudar de su eficacia como amantes, de su desempeño sexual, de su propia masculinidad y con el tiempo, si no recurren a un especialista, aumenta este déficit de credibilidad en sí mismos, llegando a desarrollar, en casos extremos una disfunción erectiva.

Muchos hombres con eyaculación precoz se resisten a la eyaculación, pudiendo ellos estropear, de muchas maneras, aún más el acto sexual. Primero, tensamente separan su cuerpo del de su amante durante los preliminares y el juego erótico, porque temen excitarse demasiado y eyacular extravaginalmente; por lo que la reciprocidad sexual de la pareja se entorpece, pierde naturalidad y se mecaniza. Mientras que la mujer, que muchas veces no sabe el motivo de la frialdad y distancia de su pareja, se siente rechazada.

Otros hombres, por su parte, se concentran tanto en evitar su eyaculación que les resulta imposible disfrutar ellos mismos o dar placer a sus parejas. Muchos de estos hombres no permiten que su mujer les toque, acaricie o bese sus genitales, lo que produce una inhibición en la experiencia sexual. Los movimientos de penetración sexual son torpes y tensos, lo cual hace fracasar la relación.

“Dos preocupaciones se tornan casi obsesivas en el caso del varón: la primera es la de dar satisfacción a su pareja, lo que lo lleva a depender en exceso del orgasmo femenino, que pasa a constituir el parámetro del ‘buen sexo’. La segunda consiste en el monitoreo constante del rendimiento durante la relación sexual, lo que produce el efecto inverso al deseado: en lugar de prolongar la duración del coito la reduce, ante todo porque así el juego sexual contempla muy escasas posibilidades e innovaciones, aparte de la autoobservación, de rasgos verdaderamente obsesivos”.[37]

"El hombre con problemas sexuales, ya sean eyaculatorios o eréctiles, no puede abandonarse, aflojarse, dispo­nerse a disfrutar de la experiencia. Posee una intensa preocupación que le ‘roba’ prácticamente toda la atención que su compañera necesita. Algunas esposas, sumamente sensibles y con muchos años de conocimiento del esposo, describen esto muy claramente: se sienten abandonadas, tienen un sentimiento de estar compartiendo la cama con dos perso­nas; una; el marido propiamente dicho, el otro, ‘el problema’ con el cual el marido está más íntimamente conectado que con ella”[38].

A veces el hombre, se ha culpabilizado tanto de su eyaculación precoz, que empieza a evitar la relación sexual con su mujer y viceversa. De manera que las actividades sexuales se vuelven esporádicas, y como consecuencia el círculo vicioso para la próxima relación será más profundo. Ambos estarán más tensos, más ansiosos y, por consiguiente, la eyaculación viene más rápidamente, incrementándose cada vez más el problema.

El papel de la pareja radica en que tanto el hombre como la mujer deben evaluar la rapidez eyaculatoria del hombre. Si bien algunas mujeres tardan poco en obtener un orgasmo, es casi imposible para la mujer llegar al mismo, con tiempos de penetración de muy corta duración de parte de su pareja.

La ayuda y colaboración de la pareja es esencial para solucionar el problema de la eyaculación precoz. La mujer debe hacer notar al hombre la situación, el cual debe asumirla. En cualquier problemática sexual, lo más trascendente e importante, es que la pareja asuma la existencia de un problema y de los pasos necesarios para resolverlos. Por otro lado, la participación de la pareja en el proceso terapéutico es tan importante que se convierte en un instrumento esencial para aumentar el éxito del tratamiento.

Gindin y Huguet (1993) esbozan los distintos caminos de evolución natural que puede seguir la eyaculación precoz:

  • Mantenerse por toda la vida, sin más consecuencias que relaciones sexuales breves, ansiosas y poco placenteras para ambos miembros de la pareja.

  • Causar crisis en la pareja, apareciendo un conflicto marital producto del reclamo de la mujer para obtener placer sexual.

  • Provocar otras disfunciones, tales como disfunción erectiva por ansiedad.

  • Que uno o ambos miembros de la pareja eludan las relaciones sexuales.

  • Mejoría de la eyaculación precoz por el mero transcurrir del tiempo.

  • Búsqueda de uno o de ambos miembros de una relación simultánea.

Una ventaja

Hay ocasiones, sin embargo, en que la eyaculación precoz es funcional a la pareja, ya sea que se encuentren teniendo relaciones sexuales en sitios "inapropiados" (como los tan fantaseados ascensores) o que se trate de parejas en donde la mujer considera a la sexualidad como una obligación o como una carga. En ambas situaciones, sin duda, mientras más breve, mejor.



por el Licenciado Andrés Moltedo Perfetti, Psicólogo egresado de la Universidad Católica de Valparaíso y del Posgrado en Sexualidad Humana de la Universidad Diego Portales (Santiago de Chile). Miembro de la Sociedad Chilena de Sexualidad Humana.

¿Qué es el sexo?

Según APROPO:

El sexo es el conjunto de características anatómicas (la forma de tu cuerpo) y fisiológicas (como funciona tu cuerpo) que marca la diferencia entre hombres y mujeres; nacemos con ellas y no cambian con el lugar o el tiempo. También se le conoce como sexo biológico porque te permite reproducirte, es decir tener hijos.